Nº4 DE PRIVATE DRIVE, LITTLE WHINING, SURREY 4/05/1995
Querida Caperucita:
Estaba aburrido en un caluroso día de verano aquí en Privet Drive, sin amigos a los que llamar ni personas a las que salvar de Lord Voldemort y se me ha ocurrido una nueva forma de contar tu historia ya que estaba pensando en mi padrino hombre lobo, Sirius Black. Así que te la voy a contar. En esta versión, se encontraría en un bosque y estaría medio dormido. Escucharía la dulce voz cantarina de una joven niña y aguzaría el oído, oyéndola acercarse. Se aproximaría a ella y la engañaría para llegar antes al destino de la niña. Cuando el camino terminase, vería una casita de madera, entraría sigilosamente en la casa y , después, en la cocina, vería unos deliciosos pasteles de calabaza acompañados de cerveza de mantequilla, su comida favorita. De repente escucharía la voz de una mujer proveniente del cuarto, cuando esta le ve, empieza a chillar y para que la anciana mujer se callase, Sirius le lanzaría el conjuro desmaius dejándola inconsciente, después la metería debajo de la cama, preso del pánico y se iría tranquilamente a comerse sus pasteles. Cuando se los estuviese terminando escucharía la voz de la dulce niña, y ya que su abuela aún no había despertado, Sirius cogería su ropa, se vestiría con ellas y se tumbaría en la cama haciéndose pasar por la abuela de la niña. Desgraciadamente la niña lo descubriría y llamaría al cazador, pero este no sabe que Sirius es un mago por lo tanto este le haría un encantamiento de voluntad y Sirius lo manipularía para que no le haga nada.
Y hasta aquí mi nueva historia, espero que te haya gustado. Si tienes alguna sugerencia para mejorarla solo escribeme a esta dirección y podemos quedar para hacer unos arreglos.
Enserio, necesito salir. Escríbame pronto.
Atentamente, Harry James Potter
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